Washington: El procesamiento de uno de los principales enemigos políticos del presidente Donald Trump ha recibido un duro golpe después de que un juez hiciera una inusual intervención al determinar que una “mala conducta del gobierno” podría haber contaminado el caso.
El exdirector del FBI James Comey, que supervisó las investigaciones sobre los correos electrónicos de Hillary Clinton y los supuestos vínculos entre asociados de Trump y Rusia en 2016, fue acusado de cargos penales en septiembre, días después de que Trump ordenara públicamente a su fiscal general, Pam Bondi, que acelerara el procesamiento de varios enemigos políticos.
El presidente estadounidense Donald Trump, el exdirector del FBI James Comey y la fiscal estadounidense Lindsey Halligan.Crédito: AP
Un gran jurado acusó a Comey de hacer declaraciones falsas en una audiencia del Senado en 2020 y de obstruir una investigación del Congreso, y se enfrenta a penas de cárcel si es declarado culpable. Se ha declarado inocente.
Pero el lunes (martes AEDT), el magistrado William Fitzpatrick identificó varias irregularidades en la acusación de Comey y, en lo que el propio Fitzpatrick describió como una medida rara y extraordinaria, ordenó que todas las pruebas del gran jurado fueran abiertas y entregadas a Comey.
“El expediente apunta a un patrón inquietante de profundos pasos en falso en la investigación, pasos en falso que llevaron a un agente del FBI y a un fiscal a socavar potencialmente la integridad del procedimiento del gran jurado”, escribió Fitzpatrick en un fallo mordaz.
En particular, cuestionó las acciones de la ex abogada personal de Trump, Lindsey Halligan, a quien Trump luego nombró fiscal para perseguir a Comey y otros enemigos políticos, cuando se presentó ante el gran jurado.

Manifestantes frente al tribunal cuando el ex director del FBI James Comey se declaró inocente en octubre.Crédito: Bloomberg
Halligan, que nunca ha sido fiscal, había sido designada para el puesto apenas días antes, en medio de las frustraciones de Trump por la aparente resistencia de su predecesor a continuar con los procesamientos.
“El tribunal ha identificado dos declaraciones del fiscal a los miembros del gran jurado que, a primera vista, parecen ser errores fundamentales de la ley que podrían comprometer la integridad del proceso del gran jurado”, concluyó Fitzpatrick.